¿DIFERENCIAMOS LAS SEÑALES DEL RUIDO?

INTERPRETAR LAS SEÑALES

A la hora de evaluar capacidades y estimar intenciones nos encontramos con el reto de la interpretación de la información que recopilamos. Si queremos desarrollar una inteligencia objetiva y precisa, debemos entender este problema. Las señales suelen estar salpicadas de “ruido”.

Las señales son las piezas de información que reciben los decisores que, si se interpretan adecuadamente, pueden generar información valiosa sobre la situación, ayudando a nuestra evaluación de la misma.

Las señales suelen estar salpicadas de “ruido”.

LA INTELIGENCIA COMO HERRAMIENTA ANTICIPATIVA: PROSPECTIVA: DEL CAMPO DE BATALLA A LA EMPRESA

El ruido, por otro lado, se refiere a datos inútiles: información falsa, desactualizada, inexacta, ambigua, engañosa o irrelevante. Un rival puede presentar intencionalmente ruido para inducir a error, pero el ruido no es necesariamente el producto de un engaño. Al igual que la estática en una radio, el ruido interfiere con nuestra recepción e interpretación de señales valiosas. La dificultad es distinguir las señales del ruido. A diferencia de la distinción entre la señal estática de radio y la señal verdadera, la diferencia entre información verdadera y falsa rara vez es fácil de distinguir.

Nos esforzamos por identificar las vulnerabilidades críticas del competidor, pero las señales de tales vulnerabilidades no suelen percibirse a simple vista. El reconocimiento de lo que es importante, relevante y preciso a veces se vuelve claro solo en retrospectiva.

Clausewitz afirmaba que “se requiere un juicio sensible y discriminatorio; una inteligencia experta para perfumar la verdad ". Así como el juicio no sustituye a la buena inteligencia, la inteligencia no sustituye al buen juicio. Los dos deben ir de la mano.

Este punto ilustra la importancia de la mentalidad para la inteligencia. Una mentalidad es un conjunto de supuestos, sesgos y preconceptos, refleja una imagen preexistente de lo que es razonable; sirve como un filtro que ayuda a distinguir las señales del ruido.

La tendencia humana es ser más receptivo a la información que es consistente según la mentalidad propia y más escéptico con la información que no lo es. En otras palabras, la información que es consistente con una mentalidad existente se interpreta como señal, y la información que no, es interpretada como ruido. Cada individuo posee una mentalidad única. Los prejuicios y las ideas preconcebidas también son indispensables para la inteligencia. Sin ellos, sería imposible dar sentido a la masa disponible de información confusa y a veces contradictoria.

A diferencia de la distinción entre la señal estática de radio y la señal verdadera, la diferencia entre información verdadera y falsa rara vez es fácil de distinguir.

La mentalidad sirve como marco de referencia, lo que nos permite clasificar y evaluar rápidamente la relevancia y la fiabilidad de grandes cantidades de información. Sin una mentalidad preexistente, los directivos probablemente se sentirían abrumados por la cantidad de información y no podrían distinguir entre señales y ruido.

Al mismo tiempo, la mentalidad siempre conlleva el peligro de que, a nivel subconsciente, interpretemos la inteligencia buscando concordancia con nuestras nociones preconcebidas en lugar de con la realidad. Este peligro afecta igualmente a los productores y a los usuarios de inteligencia. Buscamos desarrollar una mentalidad equilibrada que proporcione un juicio sensible y discriminatorio que no esté tan arraigado que nos ensordezca a señales alternativas.

Los sesgos cognitivos son atajos mentales que evolutivamente han sido útiles porque nos han permitido tomar decisiones de forma más rápida.

La psicología cognitiva estudia estos atajos, así como otras estrategias y estructuras que utilizamos para procesar la información, habiendo identificado una gran cantidad de ellos, que con frecuencia están relacionados entre sí. Más adelante vamos a explicar brevemente muchos de ellos. Si bien pueden ser útiles, en ocasiones la falta de racionalidad, de información u objetividad nos pueden llevar equivocación. Estos errores sistemáticos en los procesos cognitivos (pensamiento, percepción, memoria, entre otros) nos producen una desviación en el procesamiento mental, nos pueden alejar de la racionalidad o nublar nuestro juicio.. 

https://ceciliacorespsicologa.es/50-sesgos-cognitivos/

Una de las contribuciones más valiosas que el personal de inteligencia puede proporcionar es el análisis imparcial para descubrir y protegerse de preconceptos peligrosos.