Con maquinaria pesada se empezó a demoler una casa antigua en pleno centro de Quito. Esto, ante el asombro de los transeúntes, el polvo que emanaba de la estructura con cada movimiento de la pala mecánica que consigo se llevaba años de historia.

La casa se ubicaba entre las avenidas Pérez Guerrero y 18 de Septiembre, a su lado se encuentra el hospital Inglés. Susana Terán, administradora de la casa de salud, informó a este Diario que este espacio será destinado para parqueaderos del hospital, aunque puntualizó que no es de su completa propiedad, sino de uno de los accionistas.

La demolición contó con todos los permisos municipales, así lo confirmó la Agencia Metropolitana de Control (AMC), pues realizaron una inspección a los trabajos realizados y se presentó la Licencia Urbanística de Intervenciones Menores número 2022-38229-01, en la cual se establecía que se iba a desalojar 1′207.000 metros cuadrados de escombros.

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Sin embargo, al tener un tipo de construcción antigua, este Diario preguntó al Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) sobre la protección de esta edificación, y sí, todo estaba en orden, esta casa no formaba parte del inventario patrimonial, por ello estaba permitida su demolición.

Se solicitó a la Administración Zonal Centro (Manuela Sáenz) se informe sobre la historia de este predio, es decir, que cuente qué funcionó en el pasado en la casa que actualmente estaba abandonada, pero no existió respuesta alguna.

Desde el mismo hospital informaron que lo último que funcionó en esta casa fue un hogar para adultos mayores, pero cerró y no se volvió a restablecer la atención. Desde entonces la guardianía de la casa de salud habría custodiado la casa para que no sea tomada por habitantes de calle, y no fue ocupada por nadie, las paredes de su exterior sí tenían grafitis.

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Para Héctor López, investigador histórico de arquitectura patrimonial, “es una pena que no haya formado parte del inventario patrimonial”, pues la casa contaba con una riqueza arquitectónica.

No sabía con exactitud quién habitó en esa casa en el pasado, pero añadió que el barrio que se llamaba Campos Eliseos, fue una lotización de 1930, aproximadamente, por eso las casas responden a estilos arquitectónicos de la década de los años 30 y 40, construidos en retazos de lo que quedaba de las tierras de una familia Ascázubi, dueños de la hacienda Miraflores.

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QUITO.- Una casa antigua fue derrocada en el centro de la capital, el predio contó con los permisos pues no formaba parte del inventario patrimonial. Foto: Cortesía Municipio de Quito

Cerca de esta construcción pasaba una quebrada y la casa en particular tenía una mezcla de arquitectura neocolonial representada en los arcos de piedra de sus ventanas y arquitectura del art déco de los años 1950 que se veía en los volados sobre las puertas y balcones, así como las líneas de la casa.

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“Es una pérdida de la integridad arquitectónica del sector, de la visión arquitectónica que se tuvo al construir la ciudadela Campos Elíseos. Esta ciudadela fue creada por personas de clase media alta y media”, añadió López.

Pese a la caída de esta casa, el experto señaló que todavía se pueden admirar riquezas arquitectónicas en la avenida 18 de Septiembre, la zona baja al hospital Carlos Andrade Marín, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

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Como dato adicional indicó que en este sector funcionó el primer Quito Tennis Club, por lo que se convierte en una de las zonas más ricas en historia, que lamentablemente se despreciaría por ubicarse en una zona comercial popular. (I)

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